Gustavo Virues es el espeleólogo español fallecido en Marruecos.
El abogado Gustavo Virues, de 41 años, es el espeleólogo español fallecido
en la zona montañosa del sur de Marruecos donde el joven y otros dos
compañeros de expedición desaparecieron hace una semana mientras
realizaban una ruta entre Marrakech y Ouarzazate.Su identidad se conoce horas después de que los equipos de rescate localizaran a los tres montañeros -Juan Antonio Bonilla, Juan Bolívar y Gustavo Virues- en el fondo de un acantilado de 400 metros en la localidad de Tarmest, perteneciente al poblado rural de Iminulauen.
"Nos hemos enterado de forma oficiosa, porque aún continúa el rescate y no tienen identificación aún positiva", ha afirmado a Efe Víctor Rengel, un primo del fallecido, que ha precisado que la información ha llegado a la familia por parte de "gente sobre el terreno que lo ha identificado".
Según han informado fuentes de la Gendarmería Real a la agencia Efe, los equipos de salvamento trabajan a contrarreloj para recuperar el cuerpo de Gustavo, cuya muerte se confirmó a última hora de este sábado, y para poner a salvo a los dos montañeros que continúan vivos. Según ha podido saber este diario, se teme que las heridas que sufre uno de ellos se hayan agravado después de una semana atrapados sin recibir tratamiento.
Las fuentes diplomáticas españolas en Rabat han declinado dar más detalles a los medios de comunicación hasta que las familias de los tres hombres conozcan toda la información de la que disponen.
En cambio, sí ha trascendido que una vez finalizadas las labores de socorro, los expedicionarios serán directamente trasladados en helicóptero al aeropuerto de Uarzazate.
Este domingo se cumple una semana desde que Juan Antonio (41), Juan (26) y Gustavo (41) iniciaron la ruta que llevaban meses planificando. Los tres habían viajado hasta el país africano como parte de un grupo de nueve personas que, una vez en territorio alauí, decidió dividirse para recorrer trayectos diferentes.
Dos días después, el martes, Juan Antonio, Juan y Gustavo debían reencontrarse con el resto del grupo en Taghrafet, sin embargo, al punto de reunión sólo acudió el guía que los acompañaba y que se había separado de ellos.
Ante la falta de noticias de los montañeros, el jefe de la expedición alertó el miércoles a las autoridades marroquíes y españolas, que iniciaron el operativo de búsqueda en la zona.
Desde el primer momento, los familiares de los hombres han manifestado sus quejas por la falta de medios y por la tardanza en las labores de rescate. Este malestar ha continuado en las últimas horas, al considerar que no ha habido una correcta organización del dispositivo de emergencia y que sus trabajos se han demorado demasiado.
Además, piden que dejen acceder al avión de la Guardia civil que estaba previsto que llegará el sábado a la zona a la una del mediodía, hora marroquí, para ayudar a los Gendarmes a efectuar el rescate.
El avión no salió finalmente porque la Gendarmería agradeció a la
diplomacia española en Marruecos la ayuda, pero les aseguró que "tenía
las operaciones controladas". Entre los familiares aumenta el
nerviosismo y se quejan de que el rescate está siendo muy lento, desde
que dieron la voz de alarma el miércoles a la Gendarmería y al consulado
español en Casablanca, hasta este domingo.Las operaciones de rescate están siendo extremadamente complicadas debido a las características de la zona en la que se encuentran. Los montañeros fueron avistados desde el aire por uno de los helicópteros facilitados por Rabat, sin embargo, sólo se pudo acceder hasta el lugar en el que se encuentran por vía terrestre. Los equipos de emergencia les han proporcionado mantas y alimentos.
Juan Antonio y Juan -ambos agentes de la Policía Nacional- y Gustavo son tres experimentados espeleólogos que llevaban meses preparando la ruta que les llevaría por una zona rocosa entre Marrakech y Ouarzazate.
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