
Piden cárcel para dos mossos por ayudar a empresarios a vengarse de un timador
El fiscal pide 14 años de cárcel para dos Mossos d’Esquadra que se ha empezado a juzgar hoy en la Audiencia de Girona acusados de haber ayudado a dos empresarios de Figueres a vengarse de un estafador que les había estafado 37.000 euros. Justin Hapi, un guineano que se hizo pasar por un empresario ruandés, les estafó el dinero con el timo de los billetes tintados y la Audiencia le condenó en abril.
Durante la vista oral los empresarios Alex y Josep Maria F. B., propietarios de la empresa Grúes Font de Santa Llogaia d’Alguema, han reconocido que se produjo una pelea entre ellos y Hapi, porqué querían recuperar su dinero, pero sin torturas, como describe el denunciante.
Los mossos y un quinto acusado, un amigo de los empresarios, han negado haber estado presentes como asegura el denunciante y Hapi, que en abril fue condenado por estafar a los hermanos Font, ha mantenido delante del Tribunal de la sección cuarta, que los empresarios se debían confundir, porqué él no les conoce de nada.
El fiscal solicita para los dos a agentes, Faust H.P. y José Luis C.S. una pena de 14 años de cárcel por los delitos de detención ilegal, torturas, lesiones y amenazas, 10 años y medio para los dos empresarios y 8 años y medio para su amigo, Jordi C. M.
Por su parte, las defensas solicitan la absolución, porqué en el caso de los empresarios mantienen que se trató de una pelea, y en los tres restantes aseguran que no estuvieron presentes durante la pelea.
Según el fiscal, los hechos sucedieron sobre las 20.30 horas del 12 de marzo del 2010, cuando Hapi habría quedado en un bar de Figueres con Alex F. y este se habría ofrecido a llevarle a Girona. No obstante, de camino paró en la sede de su empresa, lo llevó a la sala de juntas y al poco rato llegaron el otro empresario con su amigo, junto con los dos mossos.
Según su relato, los cuatro hombres le golpearon a patadas y puñetazos, le ataron de pies y manos con bridas, le pusieron una cuerda al cuello, lo arrastraron hasta el piso de bajo, luego le encerraron en un almacén, todo eso mientras le amenazaban con frases como “somos policías, tí eres un negro muerto”.
Además, antes de subirle en la parte trasera de la furgoneta ha dicho que los agentes le amenazaron con sus respectivas pistolas. Una vez en la furgoneta, según él, consiguió soltarse abrir la puerta y saltar del vehículo en marcha en la carretera N-II, y fue socorrido por otro conductor.
Han negado los hechos
En su relato de los hechos, los empresarios, que han asegurado que se encontraban en un estado de estrés, nerviosismo y desesperación, han mantenido que si se pelearon con Hapi, pero sólo ellos dos. No obstante han negado haberlo atado, ni puesto una cuerda en el cuello, aunque un de ellos, Alex F., sí ha reconocido haberle cogido por la corbata y haberle “amorrado” al suelo varias veces.
En cuanto a los mossos, en su declaración, el agente Faust H. ha reconocido que era amigo de uno de los empresarios y del quinto acusado porqué formaban parte de un grupo que practicaba la pesca submarina. También ha dicho saber de la estafa, y que le había aconsejado que lo denunciara y que el día de los hechos entró en el bar donde estaba su amigo y el estafador tomando algo por si necesitaba que le identificara, pero que al final no lo hizo y que su amigo y Justin Hapi se marcharon.
El agente, ha indicado que recibió una llamada del hermano de su amigo diciendo que habían tenido un problema pero que cuando se disponían a ir para la empresa recibieron otra llamada que le decía que ya se había solucionado.
No obstante, a preguntas del fiscal ha relatado que por mayor tranquilidad decidió ir, pero que cuando llegaron la empresa ya estaba cerrada y no llegaron a entrar, “cuál fue el motivo que desde Figueres se desplazaran hasta la localidad de Santa Llogaia d’Alguema a pesar de que es donde están Grúes Font a pesar que no había ningún Problema? -Mas que nada para hacer la comprobación, porqué, me quedé tranquilo, pero no, bueno tenía un poquito de curiosidad, además al compañero que llevaba 5 días conmigo le estaba enseñando toda la zona”.
Preguntado sobre si habían estado en la sala de juntas donde tuvo lugar la pelea, el agente ha respondido “no en ningún momento, lo más cerca que llegamos fue delante de la puerta de la entrada, fuimos a comprobar si estaba abierto, si había alguien dentro, pero no había ningún coche y las luces estaban apagadas”.
El agente también ha explicado que allí estuvieron a penas 15 minutos a pesar que el GPS aportado por asuntos internos les sitúa casi una hora en la empresa, y ha asegurado que estos aparatos tienen desfases de horarios y distancias tan grandes que aquella noche también les situó en medio de la vía del tren y dentro del concesionario de la FIAT, lugares en los que evidentemente nunca estuvieron. El juicio seguirá mañana les declaraciones de testigos y policías, entre otros los de asuntos internos.
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