300.000 turistas, 150 millones € y hoteles llenos: el 'Orgullo Gay' arrasa en Madrid.
Es una de las fiestas más emblemáticas de la capital española y los organizadores prevén que el impacto alcance los 150 millones de euros. Los hoteles de Chueca rozan el 100% de ocupación.
Es una de las fiestas más emblemáticas de la capital española y en estos momentos ostenta el primer puesto en Europa y el segundo 'Orgullo' más
valorado del mundo, sólo por detrás de la celebración en Sao Paulo. La
bandera del arcoíris preside las sedes del Ayuntamiento y la Comunidad
desde el pasado domingo y la ciudad entera tiene los ojos puestos en un
fin de semana que podría conseguir un importante impacto económico y generar hasta 150 millones de euros, según estiman los organizadores del evento. Los políticos no dudan en volcarse: la nueva alcaldesa, Manuela Carmena, aseguró que luchará por convertir el Orgullo “en el nuevo San Isidro”, y el líder socialista, Pedro Sánchez, acudió este miércoles al pregón en la Plaza de Chueca para dar el pistoletazo de salida.
Según las cifras que maneja la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid, la ocupación para estos días en los hoteles de la almendra madrileña (Atocha, Cibeles, Gran Vía, Chamberí y Chueca) roza el 95%,
y en el resto de alojamientos del extrarradio y la Comunidad está en
torno al 70%, en unos días que las tarifas se han incrementado cerca del
50%. Una habitación doble que habitualmente cuesta 80 o 90 euros por
noche, el fin de semana se pagará entre 120 y 150 euros.
Juan Carlos Alonso, secretario general de Aegal, asociación de empresarios de la comunidad LGTB,
es muy optimista con las previsiones para esta edición. “Durante los
últimos años, el número de extranjeros que visitaban Madrid sólo por el
Orgullo se ha mantenido en 250.000 y esta semana creemos que podrían llegar a ser 300.000”. Aunque hay que esperar todavía dos años, los empresarios gay-friendly tienen su gran objetivo puesto en 2017, cuando Madrid está llamada a albergar el 'World Pride'
y la movilización internacional podría ser total. “El año pasado se
celebró en Toronto, donde el impacto económico alcanzó los 798 millones
de dólares. Estamos en condiciones de creer que en dos años Madrid
podría alcanzar esa cifra perfectamente porque contamos con la
implicación de todos los sectores y patrocinadores de grandes empresas y
marcas”.
Alonso agradece la colaboración de los
Gobiernos saliente y entrante. Reconoce que tienen más esperanzas con la
llegada de Carmena, porque el anterior Ejecutivo contemplaba la fiesta
como una posibilidad de dinamizar la economía de la capital. “Este
Ayuntamiento tiene una mayor implicación social y eso nos beneficia a todos”. También agradece el gesto de Cristina Cifuentes,
que se ha sumado a la iniciativa de colocar la bandera en la Puerta del
Sol, sede de la Comunidad. “Lo que está claro es que hay una apuesta
decidida por hacer de estas fiestas las auténticas fiestas de Madrid”,
zanja Alonso.
En cuanto a la propuesta de Carmena sobre extender la
celebración más allá del barrio gay de Madrid, Aegal ve con buenos ojos
la iniciativa: “Es necesario y ya lo estamos empezando a hacer. Lo
ideal es que todos los puntos de la ciudad puedan disfrutar de las ventajas del Orgullo”. Eso sí, Alonso no quiere dejar de poner en valor el icono homosexual de Chueca, “que tiene una oferta gastronómica, de servicios y de comercio casi inigualable”.
Por
otro lado, Jesús Generado, portavoz de la Federación Estatal de
Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), no duda en resaltar
la importancia de la celebración más allá del impacto económico y
turístico que pueda tener. “Las fiestas son una forma de revertir la humillación sufrida
durante tiempo y es un orgullo ver los avances que hemos conseguido en
tan poco tiempo”, asiente. Aunque reconoce la dificultad de contabilizar
a las personas que participarán en el evento, asegura que en el “día
grande”, durante la manifestación que el sábado irá desde Atocha a
Colón, podría llegar a haber un millón de personas en las calles.
Generado reconoce que no les ha dado tiempo a trabajar con el nuevo
Ejecutivo de Carmena, ya que la organización está prevista desde hace
meses, pero que su “actitud estos días ha sido de colaboración total”.
Los últimos detalles, que sí han debido acordar con la líder de Ahora
Madrid, han sido “muy beneficiosos” ya que hemos acordado ampliar los
recursos de seguridad y limpieza, especialmente los efectivos policiales que garanticen una celebración sin problemas.
La otra cara de la moneda: los vecinos, en contra.
Los habitantes del barrio de Chueca, sin embargo, se
muestran reticentes con la celebración de la fiesta. “No podemos negar
las ventajas. Pero que no es igual de buena para todos es también una
realidad”. Son las duras palabras que Esteban Benito, presidente de la Asociación de Vecinos de Chueca, expresa desde el extranjero. “Yo esta semana me voy fuera como muchos otros de los vecinos”, cuenta.

Se
muestra crítico, además, con las cifras “completamente infladas” que las
asociaciones presumen acerca de la celebración y asegura que el pequeño comercio del barrio pierde
cerca del 25% de sus ventas en comparación con fines de semana
anteriores o posteriores al Orgullo. “Si fuéramos serios al hallar el
impacto económico, monetizaríamos también el ruido y la gente que se va
del barrio en estos días porque no aguanta. Todo esto también son
costes”. La gran esperanza de la asociación vecinal es que salga
adelante la propuesta de Carmena y las fiestas se dispersen por otras
zonas de la capital española.
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