Hola amig@s, hoy tratamos sobre un tema escalofriante, ocurrido en asia, pareceser ke cuatro energumenos ( por no llamarles algo peor ) han matado a un menor. golpeandole hasta morir, de momento uno de ellos ha sido detenido pero aun se buscan a los otros tres.
El vídeo de la tortura hasta la muerte de un niño indigna a Bangladesh.
La tortura mortal de un menor en Bangladesh difundida
en un vídeo por las redes sociales ha conmocionado al país asiático,
que exige justicia mientras se suceden las detenciones de los
sospechosos.
Samiul Rajon, de 13 años, fue torturado por al menos
cuatro personas en la estación de autobuses de la ciudad norteña de
Sylhet el pasado miércoles.
Sus agresores grabaron todo en un vídeo de
28 minutos que después colgaron en Facebook.
En él se escuchan
sus constantes risas mientras apalean con una porra de metal al
indefenso menor que, entre lágrimas y atado a un poste, no deja de
suplicar misericordia.
Tras acabar con la vida de un chaval al que
acusaban de ser un ladrón,
los hombres llevaban el cuerpo a un basurero cercano cuando fueron
vistos por unos vecinos, por lo que se dieron a la fuga.
La autopsia
señaló que
el niño murió por una hemorragia cerebral después de recibir severos golpes. Hasta 60 marcas de lesiones anotó el forense.
La circulación viral del brutal asesinato en las redes sociales movilizó a la población, que desde entonces
ha organizado protestas masivas en las calles de Dacca, la
capital, y de otras ciudades.
Este martes se celebró una concentración
frente al Club Nacional de Prensa y diferentes cadenas humanas al grito
de
"Justicia para Rajon". El padre del menor, Sheikh Azizur Rahman, lidera la campaña en defensa de su difunto hijo.
Hoy se han producido las últimas detenciones.
Por ahora son siete los arrestados,
incluyendo a Kamrul Islam, un acusado que huyó a Arabia Saudí, al
principal sospechoso de dirigir la tortura, Muhit Alam, y varios
familiares y amigos de éste.
En el caso del último detenido, conocido
como Dulal, ha sido su propia familia la que le ha entregado al ver que
la policía estaba intensificando la búsqueda, según el diario local
Dhaka Tribune.
No obstante, la acción policial no está limpia de sospechas.
El padre
de Rajon asegura que, cuando fue a presentar la denuncia la semana
pasada,
se encontró a dos funcionarios celebrando una reunión con un acusado para facilitar su liberación.
De acuerdo a Dhaka Tribune, fue la presión que ejerció la multitud a
las puertas de la comisaría la que frenó la puesta en libertad de Muhit
Alam.
El caso ha generado tanta indignación que los líderes políticos se han visto obligados a pronunciarse para calmar los ánimos.
"Nadie se salvará", aseguró en relación a los acusados el viceministro del Interior,
Asaduzzaman Khan Kamal, en un suceso que calificó de "triste y lamentable".
La viceministra de Asuntos de la Mujer y la Infancia, Meher Afroz Chumki,
pidió que los asesinos del niño fuesen procesados en un tribunal de juicio rápido para que este no se convierta en uno de tantos casos que acaban en el limbo por la lentitud de la Justicia.
La política bangladeshí entregó además 100.000 takas (1.170 euros) a la familia de Rajon,
una compensación que se une a la promesa de las autoridades locales de
pagar 2.000 takas (23 euros) mensuales para sufragar la educación del
hermano pequeño del fallecido.
El linchamiento de Rajon no es el primero que se da en Bangladesh y seguramente no sea el último en una región donde la justicia popular tiende a ejecutar sus propias sentencias.
Un informe reciente de la organización local de derechos humanos Odhikar señala que,
desde 2009, han sido linchadas en público más de 900 personas en el pequeño país asiático.

60 sólo en los últimos seis meses. A raíz del asesinato de Rajon, la
organización Save The Children escribió en Twitter en inglés y en
bengalí: "Que haya justicia para Rajon no es suficiente. Tiene que haber
un cambio permanente en la manera de tratar a los niños en Bangladesh".